En la residencia y centro integral para adultos mayores Hogar la Ponderosa, hay médicos, neuropsicólogos, nutricionistas, fisioterapeutas, terapistas ocupacionales y cognitivos, enfermeras y cuidadores.
Cuidar a un adulto mayor en la casa con condiciones neurocognitivas no es tarea fácil. Los hijos, los nietos y la misma pareja, no están capacitados para brindar la atención adecuada, aun cuando tengan las mejores intenciones, el amor y la tolerancia.
Por eso, cuando los abuelos requieren cuidados que ya no les pueden dar en el entorno familiar, su ingreso a hogares o residencias especializadas y acondicionadas para la geriatría, puede ser una opción a la mano.
Si embargo, llegar a la puerta de una institución de este tipo no es asistir con el paciente y la maleta en la mano, tocar la puerta y abandonarlos.
Es importante que los familiares hagan un estudio previo, se sientan en confianza y revisen los beneficios que ofrece para que no solo su familiar, en etapa de su vida, esté tranquilo y cómodo, sino que la familia también se vea beneficiada.
“La mejor opción”
Pero, ¿por qué puede llegar a ser la mejor opción para el paciente y su familia el ingresar a una residencia de cuidados?
“Si lo hace en la residencia y centro integral para adultos mayores Hogar la Ponderosa, van a sobrar razones”, indica María Edith Anselmi, directora general de la institución, quien explica que en Venezuela no hay una cultura arraigada sobre lo que significa el cuidado al adulto mayor.
Muchas veces, dicen, se pone en consideración el costo y el tiempo. “Sin embargo, una de las razones, o el valor agregado de la Ponderosa, es que somos la única casa con cuidados para trastornos neurocognitivos, que son alteraciones en las capacidades cognitivas, como la memoria, la resolución de problemas y la percepción”.
Actualmente, este centro tiene capacidad para 17 personas y en enero de 2023 se espera llegar a 22 cupos. “Y la ventaja que tienen de tenerlo aquí es que hay todo en un mismo sitio, la atención está concentrada y eso lo ven los familiares”.
Han ensamblado un equipo multidisciplinario con médicos, neuropsicólogos, nutricionistas, fisioterapeutas, terapistas ocupacionales y cognitivos, enfermeras y cuidadores.
Los cuidadores, 20 en total en cuatro turnos de 24 horas, están pendientes de bañar a los huéspedes, cambiarlos y llevarlos a las consultas, entre otras actividades.
Durante las mañanas está la psicóloga, que hace igual la parte de terapia ocupacional. Y de lunes a viernes los fisioterapeutas y los terapistas realizan chequeos y ejercicios con cada huésped de la institución.
Respeto y dignidad
“Buscamos ofrecerles calidad de vida, tratamos de mantenerles su dignidad, se le respeta, y también se le brinda amor. Yo llego cantando, y a cada uno les tengo su canción, y el otro día que llegué de sorpresa estaban los cuidadores cantando una de esas canciones. Eso me llena de orgullo”, añade.
Además de toda la programación de cuidados médicos, insiste, brindamos cariño y hacemos que no se pierda el contacto con los familiares.
El 50% de los familiares de los huéspedes de la Ponderosa están en el exterior, sin embargo, la comunicación con ellos es permanente. “Lo hacemos por las plataformas virtuales y eso a ellos les gusta. Tanto que, luego de esos contactos, pasan días felices. Estas personas, y todas en general, necesitan motivación. Aquí les hacemos sentir que son útiles”, detalla Anselmi.
También el departamento de Psicología hace consulta a los familiares, cuando se detecta algún problema en las relaciones. “Pero, siempre estamos en constante comunicación con los familiares así estén en otros países”.
Y además “el Hogar La Ponderosa no es un depósito de abuelos”, pues el trabajo del equipo trasciende del huésped (como llaman a los pacientes que en el Hogar están alojados). “Cuando están tristes o decaídos por la ausencia de los familiares, los cuidadores llaman a los amigos y los invitan a pasar las tardes en la terraza”.
“Baila, cantan, comen, pasan horas felices. Son momentos fuera de lo normal que les dan bienestar”, dijo Anselmi, justo en el momento en el que los terapistas hacían parte de las rutinas diarias con todos los abuelos sentados en un círculo, en el jardín, recibiendo sol y aire fresco.
Si quiere saber más de sobre estos trastornos, el cuidado de las personas que atraviesan estas patologías y los beneficios que ofrece la residencia y centro integral para adultos mayores Hogar La Ponderosa puede visitar su cuenta en Instagram @hogarlaponderosa.