La dificultad para recordar eventos que acaban de ocurrir es una de las primeras señales perceptibles en una persona que padece un trastorno neurocognitivo en sus etapas iniciales
Olvidar sucesos e información nueva es uno de los primeros síntomas que manifiestan las personas cuando padecen de un trastorno neurocognitivo que está en sus fases iniciales, especialmente el Alzheimer.
La neuropsicólogo de la residencia y centro integral Hogar La Ponderosa, Katherine Vergara, explicó que “esta enfermedad neurodegenerativa afecta la capacidad cerebral de codificar información reciente, es decir, el adulto mayor está prestando atención, le llega la información inmediatamente, pero el cerebro no la almacena, es decir, no logra retenerla y al no tener esa capacidad, entonces obviamente ‘se pierde’. Esa es la razón por la cual olvidan dónde colocaron las cosas, o no recuerdan lo que acaban de preguntar o lo que le acaban de decir, porque la mente no guarda lo nuevo”.
Señaló que los recuerdos remotos se mantienen por más tiempo –comparados con la memoria reciente– porque fueron almacenados por el cerebro durante el período en que aún conservaba su óptimo funcionamiento, “todo lo que son hechos pasados que ya están allí (en la memoria) tienden a preservarlo durante muchísimo más tiempo, como números de teléfonos antiguos, direcciones viejas, etc”.
Aclaró que en etapas ya avanzadas del Alzheimer, el adulto mayor también puede comenzar a olvidar progresivamente la información adquirida en la adultez temprana o en su juventud, por ejemplo, “es posible que la enfermedad evolucione hasta un estado en el que la persona no recuerde que se casó y que tuvo hijos, pero si recuerda claramente sus hermanos y donde vivía, y a sus padres, etcétera”.
Enfatizó que ante los frecuentes olvidos de información reciente es importante que la persona acuda con prontitud a un especialista.
Aliviar los síntomas
La neuropsicólogo de la residencia y centro integral Hogar La Ponderosa señaló que la terapia farmacológica disponible en la actualidad es indicada por un médico especialista y está destinada a mantener los neurotransmisores asociados a la memoria y enlentecer el progreso de la enfermedad, en conjunto con las terapias. Recalcó que los medicamentos no detienen la evolución del Alzheimer.
Aseguró que “esta enfermedad siempre va a avanzar, va a progresar, lo que hay que tratar es de mantener a la persona lo más activa que se pueda, para enlentecer la evolución del padecimiento con diversas actividades cognitivas”.
Indicó que en Hogar La Ponderosa se realizan terapias para huéspedes permanentes o temporales con Alzheimer, en las que se trabaja la capacidad de aprender y de recordar cosas nuevas, y la habilidad de atención “para tratar en la medida de lo posible de enlentecer el progreso de la pérdida de esa función cognitiva, pero los especialistas nos centramos básicamente en ejercitar la memoria y la información que conservan bien, para intentar preservarlas”.
Aseguró que, cuando la persona se encuentra en las etapas iniciales del Alzheimer u otros trastornos neurocognitivos menores, en casa es posible, por ejemplo, hacer recordatorios escritos, llevar una agenda o planificación, tener un control de medicinas o métodos similares que pueden ayudar con la memoria reciente.
Cuando la patología neurodegenerativa ha avanzado, el adulto mayor necesita que otra persona le recuerde las cosas importantes como su medicación o sus rutinas diarias.
Se puede obtener más información sobre los servicios y las consultas en Hogar La Ponderosa visitando su página web: hogarlaponderosa.com o siguiendo sus cuentas en redes sociales como Instagram @hogarlaponderosa.