Expertos aseguran que muchos abuelos están solos en casa en el país y permitirles la socialización con sus pares trae beneficios psicológicos en ellos.
El incremento de la población adulta mayor en Venezuela continuará en los próximos años de manera acelerada y las proyecciones en el ámbito latinoamericano es que en el 2025, los mayores de 60 años aumente en un 18,6%, según expresa la organización no gubernamental Convite A.C. que presentó los resultados y reflexiones del Proyecto Monitoreo del Acceso a la Salud en Venezuela y el Envejecimiento Poblacional en Venezuela, correspondiente al período 2020-2021.
La necesidad de políticas públicas sostenibles y efectivas de atención a esta población vulnerable es una constante en el país, por ello se torna importante conocer cómo debe ser la atención del adulto mayor en casa, así como cuándo se debe decidir que una casa de retiro es requerida.
Para conocer de cerca los aspectos relacionados a la atención al sector más longevo de la sociedad, también llamada la tercera edad, se consultó a Maria Edith Anselmi, directora del Hogar La Ponderosa, un centro de atención integral del adulto mayor con condiciones neurocognitivas mayores y menores, que funciona en Caracas.
“En una familia cuando los adultos mayores tienen algún tipo de compromiso los atienden, pero si no son tu familia tienden a incomodar. Debemos cambiar eso, concientizar a la sociedad porque nuestros abuelos piensan y sienten. Ellos deben recibir calor de hogar, de familia y que se les trate con respeto”, afirmó.
Anselmi explica que el adulto mayor puede recibir asistencia en casa y muchas familias lo hacen porque económicamente no pueden contratar personal especializado. Pero advierte que estas atenciones en casa tienden a limitar al anciano, porque allí no se garantizan la estimulación y socialización que necesitan para marchar hacia el verdadero bienestar del adulto mayor.
El abuelo llega a estar solo aún en casa
“Alojar al adulto mayor en un centro de atención no es una decisión fácil para los familiares, pero hay muchas ventajas que se deben evaluar, inclusive antes de que la persona esté con gran deterioro. Normalmente la familia tiene un ritmo de vida acelerado. Muchas veces no pueden realizar los procesos de estimulación en el adulto mayor, no cuenta con un personal capacitado y carece de vida social, por lo cual en variadas ocasiones el abuelo cae en el aislamiento dentro de la propia casa, porque no tiene con quien compartir sus problemas o conversar”.
Detalló que, aunque los hijos siempre quieren estar cerca de sus familiares, es necesario entender que “el adulto mayor tiene su propio espectro y se siente mejor cuando comparte y socializa con sus pares; por esto vemos cómo ha crecido el número de las casas de retiro a nivel mundial a diferencia de Venezuela donde la cantidad ha disminuido y nuestra sociedad no tiene cultura de protección al anciano”.
Para Anselmi aún están frescos sus recuerdos cuando acompañaba a su padre, quien era médico, a visitar los ancianatos de Caracas. Su trabajo lo continuó en la escuela como labor social y hoy como abogada, dejó el ejercicio del derecho para dedicarse a crear un lugar especial para la atención del adulto mayor dependiente, en el que la socialización, el compartir, las terapias cognitivas, de rehabilitación y el ejercicio físico siempre estén presentes.
En la actualidad se cuentan más de 25 hogares dedicados a cuidar a los adultos mayores en Caracas, son centros de diferentes categorías, amplitud de espacios, actividades y tratamientos para los residentes y varios de ellos promueven mejoras en los trastornos cognitivos de los ancianos.
Consultada sobre los cambios y mejorías que ha visto entre los huéspedes del hogar que dirige, Anselmi, afirmó que tienen “personas que han llegado sin caminar o sin hablar, que se enredaban, tras recibir nuestras terapias cognitivas y ocupacionales están caminando están “felices y contentos”. Hablan, cantan, se puede comunicar con sus pares. Los cambios han sido notables y maravillosos”, culminó Anselmi.